» Le doy muchas vueltas a la cabeza». Frase popular que posiblemente te repitas de vez en cuando.
Seguramente sean ya varios los días que han pasado desde tus vacaciones. Quizá recuerdes aquellos momentos en que te encontrabas mirando una puesta de sol o respirando aire puro en cualquier lugar. Esos momentos en los que encontrabas paz contigo mismo y cualquier conflicto interno disminuía en intensidad. Parecía que te hablabas más bajito de lo normal y con más sabiduría que otras veces.
Encontrabas la manera de tratarte con más cariño porque lo hacías desde la calma y había un espacio de tiempo para permitir escucharte y ser honesto contigo mismo.
Quizá ahora, con las prisas del día a día no sepas cómo conectar contigo sin tener que salir o escapar del lugar en el que te encuentres y ello te produce mucha ansiedad y estrés. Y el no verte capaz de saber cómo resolverlo esté debilitando tu autoestima.
Por ello, te invito a que te hagas estas preguntas en momentos de tensión, para poner foco, tomar conciencia de que sientes y qué necesitas:
¿Cómo ves la situación?
¿De cuántas maneras la ves?
¿De qué forma aún no la has visto?
¿De qué personas o aprendizajes te puedes rodear para afrontarlo con éxito?
¿Cómo de capaz te sientes de resolverla tu sólo?
Si no pudieses tú solo, ¿Quién podría ayudarte a resolverlo?
¿Qué información más sobre ti o sobre la situación necesitas saber para tomar la decisión con coherencia?
¿Desde dónde te predispones a dar el primer paso? ( El amor, la confianza, la ilusión, desde la humildad, la apertura al aprendizaje…?)
¿Qué pequeño paso podrías dar en las siguientes horas para que sientas que estás más cerca de resolverlo?
No prometí que fuera sencillo pero al menos te llevarán más lejos de donde estabas. Si además lo haces con música relajada y con unas respiraciones pausadas, mucho mejor.
Espero haberte ayudado y te pongas en contacto conmigo si te encuentras en un momento donde reconoces sería mejor ir acompañado.
Abrazos!!